Recordemos que según la OPS, la cadena de frío es un conjunto de normas y procedimientos que aseguran el correcto almacenamiento y distribución de vacunas e insumos críticos. La cadena de frío está interconectada con equipos de refrigeración, ya sea vitrinas refrigeradas o cámaras de frío, lo que permite conservar las vacunas e insumos a las temperaturas recomendadas para mantener su potencia.

Sin embargo, esto en la práctica debe ser resguardado y monitoreado, de manera de asegurar que el rango de temperatura sea el correcto y no haya ocurrido una pérdida en la cadena de frío.

Muchas veces sólo se utiliza un sensor in situ o de registro histórico que no permite ver en tiempo real o no genera alertas, lo que lo hace útil sólo como herramienta de peritaje en caso de querer ver lo que ya ocurrió.

Además, averías en los sistemas de refrigeración pueden pasar desapercibidas, provocando un aumento o una disminución considerable en la temperatura, afectando directamente a las vacunas.